Cannabis (Marihuana)

El cannabis incluye las hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta de cannabis. Esta planta contiene diversos compuestos químicos, entre ellos el tetrahidrocannabinol (THC), responsable de los efectos psicoactivos que alteran el estado de conciencia.

Los productos de cannabis con THC pueden generar cambios significativos en el estado de ánimo, los pensamientos y la percepción de la realidad. Además, su consumo puede tener efectos perjudiciales en el cerebro y otras partes del cuerpo. En los últimos años, ha aumentado considerablemente la variedad de productos derivados del cannabis, la concentración de THC en ellos y las formas en las que se pueden consumir. Salvo indicación contraria, la información presentada en esta página se centra en productos de cannabis que contienen THC.

Preguntas Frecuentes

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    ¿Qué es el cannabis?

    El cannabis, también conocido como marihuana, abarca las hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta Cannabis sativa L. Esta planta contiene al menos 125 cannabinoides diferentes, entre ellos el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que es el más abundante y responsable de sus efectos psicoactivos. El delta-9-THC puede alterar temporalmente el estado de ánimo, los pensamientos y las percepciones de quienes lo consumen.

    Además, Cannabis sativa L. contiene compuestos cannabinoides no psicoactivos, como el cannabidiol (CBD). Los productos que contienen CBD se comercializan para una amplia gama de usos. Por otro lado, las variedades de Cannabis sativa L. con cantidades mínimas y no intoxicantes de delta-9-THC, conocidas como cáñamo, se utilizan principalmente para la producción de fibra textil y aceites comestibles extraídos de sus semillas.

    Salvo que se indique lo contrario, la información de esta página se enfoca exclusivamente en productos de cannabis que contienen niveles intoxicantes de delta-9-THC.

    ¿Cómo se consume el cannabis?

    El cannabis se consume de diversas maneras, siendo la más común fumar el material seco de la planta, conocido como “cogollos” o “hierba”. Esto puede hacerse en forma de porros (joints), similares a cigarrillos, en blunts (cigarros o envoltorios de puros rellenos parcial o totalmente con cannabis), o mediante pipas y bongs (pipas de agua). También se puede vaporizar utilizando dispositivos electrónicos, como vaporizadores de hierba seca o vaporizadores portátiles (vape pens).

    Además de la flor de la planta, existen numerosos productos derivados del cannabis, y constantemente se desarrollan y comercializan nuevas opciones. Entre los más destacados se encuentran:

    • Aceites y concentrados: Los compuestos de cannabis pueden extraerse para producir aceites y concentrados, los cuales pueden ser vaporizados o inhalados mediante dispositivos similares a cigarrillos electrónicos. Entre estos productos se encuentran formas altamente concentradas como la cera o el shatter, cuyo consumo, conocido como dabbing, introduce rápidamente grandes cantidades de THC en el organismo, aumentando el riesgo de efectos secundarios adversos.

    • Comestibles: El cannabis puede ser incorporado en alimentos como productos horneados, caramelos, gomitas y bebidas. Los efectos de los comestibles suelen tardar más en manifestarse, lo que puede llevar a un consumo excesivo accidental, aumentando así el riesgo de efectos negativos graves para la salud.

    • Tinturas: Estos productos consisten en alcoholes o aceites infusionados con cannabis, que se administran en pequeñas cantidades bajo la lengua o se añaden a alimentos y bebidas. Al igual que otros métodos, las tinturas pueden introducir altas dosis de THC en el organismo.

    • Lociones y bálsamos: Aplicados directamente sobre la piel, estos productos suelen emplearse para fines tópicos y no producen efectos psicoactivos.

    Cada método de consumo tiene diferentes tiempos de acción y niveles de absorción, lo que puede influir en los efectos experimentados y los riesgos asociados.

    ¿Se están volviendo más potentes los productos de cannabis?

    Sí, la potencia del cannabis ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Entre 1995 y 2022, la concentración promedio de delta-9 THC en los productos ilegales confiscados pasó del 3.96% al 16.14%, cuadruplicándose. Además, los productos disponibles en dispensarios, como la flor de cannabis y los concentrados, pueden contener más del 40% de THC. Estas concentraciones más altas están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar trastornos por consumo de cannabis y otros problemas de salud.

    ¿Qué es el Delta-8 THC?

    El delta-8 THC es un cannabinoide intoxicante presente en la planta de cannabis. Actualmente, la FDA no ha aprobado productos con delta-8 THC como seguros para el consumo humano. Su uso en grandes cantidades ha sido vinculado a emergencias médicas, incluidos problemas respiratorios.

    La investigación sobre los efectos en la salud del delta-8 THC es limitada, al igual que para otros cannabinoides intoxicantes y compuestos relacionados, como el delta-10 THC, el THC-O-acetato, el THCV, el THCP, el HHC, el HHC-O-acetato, el HHCP y el CBN. Estos compuestos requieren mayor estudio para comprender sus riesgos y efectos en la salud.

    ¿Qué es el CBD?

    El cannabidiol (CBD) es un compuesto presente en la planta de cannabis que se utiliza como ingrediente en una amplia gama de productos de consumo, incluyendo suplementos, alimentos, aceites y lociones. A diferencia del THC, el CBD no es intoxicante. Sin embargo, su uso puede provocar efectos secundarios como somnolencia, pérdida de apetito, vómitos y diarrea.

    Es importante destacar que algunos productos etiquetados como CBD contienen cantidades diferentes de las indicadas en sus etiquetas, e incluso pueden incluir THC. Para obtener más información sobre el CBD, visite la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos.

    ¿Qué son los cannabinoides sintéticos?

    Los cannabinoides sintéticos son sustancias fabricadas en laboratorio que imitan los compuestos naturales de la planta de cannabis. Estos productos, comúnmente conocidos como «Spice» o «K2», pueden contener concentraciones de THC significativamente más altas y ser mucho más potentes que los cannabinoides naturales.

    El consumo de cannabinoides sintéticos se ha relacionado con graves efectos adversos para la salud, que en algunos casos pueden ser potencialmente mortales. Su uso representa un riesgo significativo debido a su potencia y a la falta de control sobre su composición química.

    El cannabis y su amplia gama de efectos

    El cannabis puede generar distintos efectos en cada persona, dependiendo de varios factores, entre ellos:

    • Cantidad consumida: Los efectos varían significativamente según la dosis.
    • Potencia: La concentración de THC influye directamente en la intensidad de los efectos.
    • Ingredientes del producto: La presencia de otros cannabinoides y compuestos puede alterar la experiencia.
    • Método de consumo: Fumar, vaporizar, ingerir o utilizar tópicos puede generar respuestas diferentes.
    • Interacción con otras sustancias: El consumo conjunto con otras drogas puede modificar los efectos del cannabis.
    • Condiciones médicas subyacentes: Problemas de salud preexistentes pueden influir en cómo una persona reacciona.
    • Factores personales: La edad, el sexo, las diferencias genéticas y la experiencia previa con el cannabis son determinantes importantes.

    Cada uno de estos factores puede contribuir a la variedad de respuestas al consumo de cannabis, desde efectos terapéuticos hasta riesgos potenciales para la salud.

    ¿Cuáles son los efectos a corto plazo del consumo de cannabis en la salud?

    El consumo de cannabis puede generar diversos efectos inmediatos, tanto psicológicos como físicos, que varían según la cantidad, la potencia del producto y la experiencia previa de la persona.

    Efectos psicológicos

    Intoxicación:
    Muchas personas consumen cannabis para experimentar intoxicación o «estar high». Este estado puede incluir sensaciones de felicidad, relajación, alteración de la percepción del tiempo, dificultades en el pensamiento, la memoria y la coordinación motriz. En algunos casos, el consumo puede provocar irritabilidad o inquietud.

    Ansiedad, miedo, desconfianza o pánico:
    Estos efectos son más probables cuando se consume una cantidad elevada, un producto con alto contenido de THC o en personas con poca experiencia con el cannabis. En casos extremos, también pueden ocurrir alucinaciones.

    Efectos físicos

    Aumento del apetito:
    El cannabis puede estimular el hambre, lo que se conoce comúnmente como «antojos».

    Alivio de náuseas:
    Las investigaciones han demostrado que el cannabis puede ayudar a controlar síntomas como náuseas y vómitos, especialmente en personas bajo tratamiento de quimioterapia.

    Efectos adversos:
    El consumo de cannabis puede provocar un aumento del ritmo cardíaco y problemas respiratorios.

    Riesgos en niños y consumo accidental

    El consumo accidental de comestibles con cannabis, como gomitas, por parte de niños es un problema de salud en aumento. Estas situaciones pueden llevar a hospitalizaciones y enfermedades graves. Además, la ingesta de grandes cantidades de productos que contienen delta-8 THC ha provocado emergencias médicas, incluso en menores de edad.

    Es fundamental comprender estos riesgos y efectos para tomar decisiones informadas sobre el consumo de cannabis.

    ¿Cuáles son los riesgos del consumo de cannabis en la salud a largo plazo?

    El consumo prolongado de cannabis puede ocasionar diversos riesgos para la salud, afectando múltiples sistemas del cuerpo.

    Daños en la salud pulmonar

    Fumar cannabis expone los pulmones a toxinas, irritantes y carcinógenos similares a los del humo del tabaco. Esto puede causar:

    • Daño en el tejido pulmonar.
    • Problemas respiratorios: Incluyen inflamación de las vías respiratorias, aumento de la resistencia en las mismas, hiperinflación pulmonar y bronquitis crónica.

    Sin embargo, la alta prevalencia de consumo simultáneo de tabaco dificulta distinguir los efectos específicos del cannabis.

    Efectos sobre la salud mental

    El consumo de cannabis se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, aunque la relación exacta requiere mayor investigación.

    Efectos cardiovasculares

    El cannabis puede provocar un aumento temporal de la frecuencia cardiaca y la presión arterial tras su consumo. Estudios han sugerido una posible asociación entre el consumo prolongado de cannabis y riesgos cardiovasculares, como:

    • Ictus.
    • Infartos de miocardio.
    • Arritmias.

    No obstante, aún es necesario más estudio para determinar si estas asociaciones son directas o influyen otros factores.

    Problemas gastrointestinales

    El consumo prolongado e intenso de cannabis puede ocasionar:

    • Síndrome de hiperémesis cannabinoide (SHC): Náuseas, vómitos y dolor abdominal.
    • Otros problemas gastrointestinales: Incluyen reflujo ácido, pancreatitis y úlceras pépticas.

    Mayor riesgo de cáncer

    El consumo de cannabis, especialmente al fumarlo, se ha relacionado con un aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer, como:

    • Cáncer de cabeza, cuello y garganta.

    Es importante considerar estos riesgos y mantenerse informado para tomar decisiones responsables sobre el consumo de cannabis.

    ¿Cuál es la relación entre el consumo de cannabis y la salud mental?

    El consumo frecuente o intenso de cannabis puede tener un impacto significativo en la salud mental, afectando funciones cognitivas y aumentando el riesgo de trastornos psicológicos.

    Impacto en funciones cognitivas

    El consumo de cannabis está asociado con dificultades en:

    • Aprendizaje y memoria.
    • Atención y velocidad de procesamiento.
    • Funciones motoras y perceptivas.
    • Habilidades lingüísticas.

    Riesgo de psicosis y trastornos psicóticos

    El consumo de cannabis, especialmente en personas con predisposición genética a trastornos psicóticos como la esquizofrenia, se ha relacionado con:

    • Aparición temprana de psicosis.
    • Empeoramiento de los síntomas en personas con diagnósticos existentes.
    • Mayor riesgo en varones jóvenes: La relación entre consumo intensivo de cannabis y esquizofrenia es más fuerte en hombres jóvenes comparado con mujeres.
    • Episodios psicóticos temporales: Dosis elevadas de cannabis pueden inducir episodios de psicosis temporales, los cuales podrían estar relacionados con el desarrollo de trastornos psicóticos a largo plazo.

    Riesgo de depresión y suicidio

    Investigaciones han señalado:

    • Mayor riesgo de depresión: Especialmente cuando el consumo ocurre durante la adolescencia.
    • Vinculación con pensamientos y conductas suicidas: Observado tanto en adolescentes como en veteranos militares en Estados Unidos.

    Factores de vulnerabilidad y necesidad de investigación

    Aunque las personas con trastornos mentales son más propensas a consumir cannabis, muchos otros factores, como la genética, traumas y estrés, también contribuyen tanto al consumo de drogas como al deterioro de la salud mental.

    Se requieren estudios prospectivos y longitudinales para:

    • Determinar si el cannabis causa o agrava problemas de salud mental.
    • Establecer en qué medida y en quiénes se observa este efecto.

    La relación entre el cannabis y la salud mental es compleja y multifactorial, subrayando la importancia de un enfoque cauteloso y basado en evidencia.

    ¿Qué es el síndrome de hiperémesis cannabinoide (SHC)?

    El síndrome de hiperémesis cannabinoide (SHC) es una afección que se manifiesta con náuseas, vómitos persistentes y dolor abdominal, generalmente después de un consumo prolongado e intenso de cannabis.

    Características del SHC

    • Los síntomas suelen ser recurrentes y, en muchos casos, requieren atención médica.
    • Algunas personas intentan aliviar temporalmente las molestias mediante duchas o baños calientes, una práctica que puede proporcionar un alivio momentáneo pero no resuelve la causa subyacente.
    • La única solución efectiva para el SHC es suspender por completo el consumo de cannabis.

    Este síndrome destaca la importancia de reconocer los riesgos asociados al uso crónico de cannabis y buscar ayuda médica si se presentan síntomas persistentes.

    ¿Cuáles son los efectos de la exposición de segunda mano al humo o vapor de cannabis?

    La exposición de segunda mano al humo o vapor de cannabis puede tener efectos adversos, ya que contiene muchas de las mismas toxinas, irritantes y carcinógenos presentes en el humo de tabaco.

    Efectos identificados

    • Presencia de THC en el organismo:
      • En ambientes cerrados o poco ventilados, la exposición puede generar niveles detectables de THC en la sangre y en las pruebas de orina de personas no consumidoras.
      • Un estudio en una cafetería bien ventilada encontró pequeñas cantidades de THC en la sangre de transeúntes expuestos al humo de cannabis.
    • Positividad en análisis de orina:
      • Se han reportado resultados positivos en orina de adultos y niños expuestos al humo de cannabis en sus hogares o áreas contiguas.

    Impacto en la salud de los niños

    • Pruebas de orina positivas: Los niños expuestos al humo de cannabis en el hogar pueden presentar rastros de THC.
    • Problemas respiratorios: La exposición puede provocar infecciones respiratorias en menores, resaltando un riesgo significativo para su salud.

    Es importante tomar medidas para proteger a personas no consumidoras, especialmente niños, de la exposición al humo o vapor de cannabis, debido a los riesgos para su salud y bienestar.

    ¿Cómo afecta el consumo de cannabis durante el embarazo al bebé?

    El consumo de cannabis durante el embarazo puede tener efectos perjudiciales en la salud del bebé después del nacimiento. Las investigaciones han asociado este hábito con:

    • Menor peso al nacer.
    • Parto prematuro.
    • Mayor riesgo de hospitalización.
    • Muerte durante el primer año de vida.
    • Otros resultados negativos para la salud.

    Dado el impacto potencial del cannabis en el cerebro en desarrollo, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que las mujeres eviten consumir cannabis mientras intentan quedar embarazadas, durante el embarazo y durante la lactancia.

    Investigación en curso

    El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) respalda el Estudio HEALthy sobre el cerebro y el desarrollo infantil (HBCD). Este proyecto realiza un seguimiento de una amplia población de madres y sus bebés desde el período prenatal hasta los 10 años.

    El objetivo del estudio es:

    • Comprender mejor el desarrollo saludable del cerebro.
    • Evaluar el impacto de la exposición temprana al cannabis y otras sustancias, así como factores estresantes y traumas, en el desarrollo cerebral y la salud mental.
    • Identificar estrategias para reducir los resultados adversos.

    Esta investigación busca proporcionar datos cruciales para proteger el desarrollo infantil y mejorar los enfoques de atención y prevención.

    ¿Es adictivo el cannabis?

    El consumo crónico, frecuente o en grandes cantidades de productos con THC puede llevar al desarrollo de un trastorno por consumo de cannabis (TCC), una forma de trastorno por consumo de sustancias. Se estima que entre el 22% y el 30% de las personas que consumen cannabis desarrollan este trastorno.

    Factores de riesgo

    El principal factor que predice el desarrollo del TCC es la frecuencia del consumo. Sin embargo, también influyen:

    • Antecedentes familiares: Historia de consumo de drogas en la familia.
    • Duración del consumo: Tiempo que la persona ha utilizado cannabis.

    Definición clínica

    El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), una referencia clave para profesionales de la salud, define el TCC como un patrón de consumo que genera un deterioro o malestar clínicamente significativo.

    Para ser diagnosticada con TCC, una persona debe presentar al menos dos de los siguientes síntomas en un periodo de 12 meses:

    1. Consumo en cantidades mayores o durante más tiempo de lo previsto.
    2. Deseos persistentes o intentos fallidos de reducir o controlar el consumo.
    3. Dedicación excesiva de tiempo a conseguir, consumir o recuperarse de los efectos del cannabis.
    4. Antojo intenso o impulso de consumir cannabis.
    5. Consumo continuado a pesar de problemas en el trabajo, la escuela o el hogar.
    6. Persistencia en el consumo pese a problemas sociales o de pareja.
    7. Abandono de actividades importantes para consumir cannabis.
    8. Consumo en situaciones peligrosas o con riesgo de lesiones.
    9. Persistencia en el consumo a pesar de problemas físicos o psicológicos causados o exacerbados por el cannabis.
    10. Tolerancia: necesidad de consumir mayores cantidades para obtener el mismo efecto.
    11. Síntomas de abstinencia tras reducir o interrumpir el consumo.

    Gravedad del trastorno

    El TCC se clasifica según la cantidad de síntomas presentados:

    • Leve: Dos o tres síntomas.
    • Moderado: Cuatro o cinco síntomas.
    • Grave: Seis o más síntomas.

    El reconocimiento temprano de estos síntomas y la búsqueda de ayuda pueden ser clave para evitar que el consumo de cannabis evolucione hacia una dependencia grave.

    ¿Puede una persona experimentar síntomas de abstinencia del cannabis?

    Sí, una persona puede experimentar síntomas de abstinencia tras reducir significativamente o dejar de consumir cannabis, incluso si no cumple con los criterios para un trastorno por consumo de cannabis.

    Prevalencia

    Un estudio estimó que aproximadamente el 12.1% de las personas que consumen cannabis con frecuencia presentan síntomas de abstinencia.

    Síntomas comunes

    Los síntomas de abstinencia de cannabis pueden incluir:

    • Emocionales y psicológicos:
      • Ira, irritabilidad o agresividad.
      • Ansiedad o sensación de nerviosismo.
      • Inquietud.
      • Depresión.
    • Físicos:
      • Dolores de cabeza.
      • Dolor abdominal.
      • Sudoración.
      • Temblores.
    • Relacionados con el sueño:
      • Insomnio.
      • Sueños extraños o perturbadores.
    • Relacionados con el apetito:
      • Disminución del apetito.
      • Pérdida de peso.

    Estos síntomas suelen ser temporales, pero pueden ser lo suficientemente intensos como para dificultar el proceso de interrupción del consumo. Si se experimentan, es importante buscar apoyo médico o psicológico para manejar los síntomas y prevenir recaídas.

    ¿Existen tratamientos para el trastorno por consumo de cannabis?

    Sí, existen tratamientos efectivos para el trastorno por consumo de cannabis, aunque actualmente no hay medicamentos aprobados por la FDA para su tratamiento o para la abstinencia asistida médicamente.

    Tratamientos conductuales

    Las investigaciones han demostrado que varias intervenciones conductuales pueden ser eficaces, entre ellas:

    • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a las personas a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento relacionados con el consumo de cannabis.
    • Terapia de refuerzo de la motivación: Se centra en aumentar la motivación intrínseca de la persona para cambiar su comportamiento.
    • Gestión de contingencias: Utiliza incentivos para reforzar la abstinencia y otros comportamientos positivos.

    Investigación en curso

    Aunque no hay medicamentos aprobados para tratar el trastorno por consumo de cannabis, se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar y evaluar opciones farmacológicas que puedan complementar las intervenciones conductuales.

    Para obtener más información sobre tratamientos conductuales para los trastornos por consumo de sustancias, visite la página web del Instituto Nacional de Salud Mental.

    ¿Es el cannabis una “droga de inicio”?

    El cannabis, junto con el alcohol y el tabaco, se encuentra entre las primeras sustancias a las que las personas suelen estar expuestas en su vida. Muchas de las personas que consumen sustancias comienzan con estas antes de probar otras. Sin embargo, es importante destacar que la mayoría de quienes consumen cannabis no progresan al uso de otras sustancias más adelante en su vida.

    Aunque no todas las personas que consumen cannabis desarrollan adicción o consumen otras sustancias, existen similitudes entre los factores de riesgo asociados al consumo de cannabis y los de otras drogas con potencial adictivo. Algunos puntos clave incluyen:

    • Consumo en edades tempranas: Consumir cannabis a una edad temprana aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis en etapas posteriores de la vida.
    • Cambios cerebrales: El uso de cannabis puede causar alteraciones en el cerebro, lo que podría aumentar la vulnerabilidad a desarrollar adicciones a otras sustancias.
    • Asociación con trastornos: Los estudios han encontrado una relación entre el consumo de cannabis y el desarrollo de un trastorno por consumo de cannabis.
    ¿Afecta el consumo de cannabis la capacidad de conducir?

    Sí, el consumo de cannabis puede afectar la capacidad de conducir, ya que altera habilidades esenciales como la atención, la coordinación motriz y los tiempos de reacción.

    Evidencia de los riesgos

    • Presencia en conductores: El cannabis es la droga detectada con mayor frecuencia en la sangre de conductores involucrados en accidentes de tráfico, incluidos los mortales.
    • Incremento del riesgo: Varios estudios han demostrado que el riesgo de estar involucrado en un accidente aumenta después del consumo de cannabis.
    • Datos contradictorios: Un estudio de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) no encontró un aumento significativo en el riesgo de accidentes directamente atribuido al consumo de cannabis, lo que sugiere que otros factores, como la combinación con alcohol o condiciones de conducción, podrían influir.
    ¿Cómo afecta el consumo de cannabis a los adolescentes?

    La adolescencia es una etapa crucial para el desarrollo del cerebro, y el consumo de cannabis durante este periodo puede generar efectos negativos significativos, algunos de los cuales pueden perdurar a largo plazo.

    Impacto en el desarrollo cerebral

    El consumo regular y elevado de cannabis en la adolescencia se ha asociado con:

    • Problemas cognitivos:
      • Reducción de la memoria funcional y verbal.
      • Disminución de la velocidad de procesamiento.
    • Impacto académico:
      • Deterioro del desempeño académico.
      • Efectos negativos en los logros educativos, el empleo y los ingresos en la adultez joven.

    Riesgos para la salud mental

    • Psicosis: El consumo a una edad temprana puede aumentar el riesgo de desarrollar psicosis, especialmente en personas con predisposición genética.
    • Trastornos por consumo: Los adolescentes que consumen cannabis tienen mayor probabilidad de desarrollar trastorno por consumo de cannabis en el futuro.

    Estudios relevantes

    • Encuesta Monitoring the Future: Este estudio, financiado por el NIDA, analiza las tendencias de consumo de drogas y alcohol, incluyendo el cannabis, entre adolescentes en los Estados Unidos.
    • Estudio ABCD® (Desarrollo Cognitivo y Cerebral del Adolescente): Este proyecto sigue a casi 12,000 niños desde los 9-10 años hasta la adultez joven para evaluar cómo factores sociales, ambientales y biológicos influyen en el desarrollo cerebral y el riesgo de consumir sustancias como el cannabis.

    Objetivo de la investigación

    El Estudio ABCD® busca identificar factores de riesgo y resistencia al consumo de cannabis y otras sustancias, con el fin de diseñar estrategias de prevención más efectivas.

    Para más información sobre los efectos del cannabis en los adolescentes, consulte los resultados recientes de estos estudios y encuestas.

    ¿Cómo afecta el consumo de cannabis a los adultos mayores?

    En los últimos años, los adultos mayores de 50 años han experimentado el mayor aumento en el consumo de cannabis entre todos los grupos de edad, especialmente aquellos mayores de 65 años.

    Razones comunes para el consumo

    Los adultos mayores suelen consumir cannabis para aliviar síntomas asociados con afecciones crónicas, tales como:

    • Dolor crónico y trastornos musculoesqueléticos.
    • Trastornos del sueño, ansiedad y depresión.
    • Enfermedades específicas:
      • Cáncer.
      • Glaucoma.
      • Enfermedad de Parkinson.
      • VIH/SIDA.

    Impacto en el cerebro y la salud

    • Diferencias cerebrales: El efecto del cannabis en el cerebro de los adultos mayores puede diferir del observado en adolescentes o adultos jóvenes, aunque se necesitan más estudios para comprender completamente estas variaciones.
    • Interacciones medicamentosas: El cannabis puede interactuar con medicamentos comúnmente utilizados por adultos mayores, como:
      • Warfarina (anticoagulante).
      • Opioides (para el dolor).
      • Benzodiacepinas (para la ansiedad o insomnio).

    Precauciones

    Dado el aumento en el consumo de cannabis entre adultos mayores, es fundamental que este grupo consulte con profesionales de la salud antes de utilizar cannabis, especialmente si toman medicamentos recetados, para evitar interacciones adversas o efectos inesperados.

    El consumo responsable y supervisado puede maximizar los posibles beneficios mientras se minimizan los riesgos para la salud.

    ¿Existen medicamentos derivados del cannabis que sean seguros y eficaces?

    Aunque los productos a base de cannabis y cannabinoides se comercializan ampliamente con fines terapéuticos en muchos dispensarios de cannabis medicinal, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) no ha aprobado ningún producto que contenga material vegetal de cannabis entero para uso médico.

    Medicamentos aprobados por la FDA

    La FDA ha aprobado algunos medicamentos específicos basados en cannabinoides:

    1. Dronabinol y nabilona (sintéticos a base de THC):

      • Tratamiento de náuseas y vómitos relacionados con la quimioterapia para el cáncer.
      • Dronabinol también está aprobado para tratar anorexia y pérdida de peso asociadas al VIH/SIDA.
    2. Epidiolex (a base de cannabidiol derivado de la planta):

      • Tratamiento de convulsiones asociadas con formas raras de epilepsia, como el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet.

    Evidencia y usos potenciales

    Existen indicios de que el cannabis puede ser eficaz para:

    • Alivio de ciertos tipos de dolor.
    • Usos terapéuticos adicionales: Aunque preliminares, están surgiendo pruebas que respaldan su potencial en otras afecciones médicas.

    Precauciones y recomendaciones

    • Es fundamental consultar a un médico antes de consumir cannabis o productos cannabinoides para tratar condiciones médicas, ya que:
      • Pueden causar efectos negativos en la salud.
      • Existe el riesgo de interacciones con otros medicamentos.
    • Aunque la percepción pública del cannabis como una sustancia de bajo riesgo ha aumentado, su consumo no está exento de daños potenciales.

    Investigación en curso

    La investigación continúa explorando los posibles beneficios terapéuticos del cannabis para informar tanto decisiones individuales como estrategias de salud pública. Paralelamente, se busca minimizar los riesgos asociados con su uso.

    Una guía médica adecuada es esencial para aprovechar sus beneficios potenciales mientras se mitigan los riesgos.

    Fuente: NIDA. 2024, Septiembre 11. Cannabis (Marihuana). Obtenido de https://nida.nih.gov/es/areas-de-investigacion/cannabis-marihuana en 2024, Diciembre 30

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